Apareció. El eslabón perdido. Aquella pieza arqueológica de un ejemplar de muy corta vida, quizás un mes tal vez dos, finalmente salió a la luz. Marcó de manera increíblemente rústica la transición del viejo Canal 11 a Telefe en marzo de 1990, y en esta maravillosa tanda que puede verse aquí...
...podemos descubrir que nos quedamos cortos con la palabra “rústica”. Un programa de porristas con caracteres que parecen generados por una commodore 64; un especial sobre la pena de muerte y el sida ¿? conducido por Santo Biasatti -en sus últimos pasos por la calle Pavón- y un Bernardo Neustadt que arranca la venta de su programa orgulloso del rating obtenido en esa nueva pantalla, fría como el azul de su insólito ID, pero que a partir de ese momento iba a empezar a calentarse. Fuerte.